En
el libro de Proverbios dice: "No ames el sueño, para que no te
empobrezcas; Abre tus ojos, y te saciaras de pan" (20:13); En un artículo
anterior conversaba sobre algunos refranes que recordamos y aplicamos a
conveniencia de nuestras situaciones, condiciones o preferencia; Estos buscan,
en la mayoría de los casos, apaciguar el dolor, frustración, o desanimo que
pudiéramos estar sintiendo por algo que nos esté aconteciendo en un momento
determinado.
Pero
en el día de hoy, este proverbio representa una frase célebre y llena de
sabiduría, que deberíamos prestarle atención. Es una frase corta, pero
poderosa. Muchas veces queremos tener cosas, o resultados, de la nada, o
haciendo el mínimo esfuerzo para conseguirlas.
Es
cierto que no por mucho madrugar amanece más temprano, pero también es cierto
que, si tenemos la intención de que no nos falte el pan en nuestros hogares
debemos abrir los ojos y trabajar arduamente para lograrlo. Trabajemos con
amor, con sabiduría y con esperanza; trabajemos como para Dios, así como lo
dice en Colosenses 3"Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para
el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la
recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís (23,24).
No
desmayemos en nuestro intento diario de sobrevivir en este mundo lleno de
dolor, desesperanza, violencia, carencias y maldad. Enfoquemos nuestras fuerzas
en lo que queremos alcanzar, trabajemos para ello y oremos a Dios para que
ponga en nosotros el querer como el hacer por su buena voluntad.
No
te desanimes si no puedes ver la luz al final del túnel; recuerda que la luz de
este mundo es Cristo, la cual debemos seguir y buscar que sea esa luz que
encienda nuestra llama. Cuando encendamos nuestra luz, podremos alumbrar el
camino de las personas que nos regodean y tendremos la oportunidad de llevarlos
a que puedan ver la luz de Cristo.
Así
que hoy te invito a que despiertes, a que abras los ojos, y a que trabajes con ánimo;
esfuérzate y se valiente; Te regalo estos versículos para que te sirvan de
aliento y motivación:
“Esfuérzate
y sé valiente, porque tú serás quien reparta a este pueblo, como
herencia, la tierra que juré a sus padres que les daría. Pero tienes qué esforzarte
y ser muy valiente. Pon mucho cuidado y actúa de acuerdo con las leyes que
te dio mi siervo Moisés. Nunca te apartes de ellas, ni a la derecha ni a la
izquierda, y así tendrás éxito en todo lo que emprendas. Procura
que nunca se aparte de tus labios este libro de la ley. Medita en él de día y
de noche, para que actúes de acuerdo con todo lo que está escrito en él. Así
harás que prospere tu camino, y todo te saldrá bien. Escucha
lo que te mando: Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes,
que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo por dondequiera que
vayas.” (Josué 1:6-9).
Que
tengas lindo día, bendiciones; tus amigos de oloracielo.blogspot.com
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