miércoles, 9 de febrero de 2022

Pacientemente...

 



Cuando estaba en secundaria, recuerdo haber realizado el experimento de ver crecer una semilla de habichuela sobre un algodón y dentro de un vaso. Este proceso me enseño que debía esperar para ver salir la matita de la semilla de habichuela.

Luego, al transcurrir los años, he aprendido a cultivar ese don tan precioso como es el de la paciencia. Todos los días, con cada acción que realizamos debemos poner empeño en realizar las cosas en el tiempo estipulado y con el cuidado y dedicación que requiere cada cosa.

El arte de ser paciente y a la vez prudente, deberían ser joyas que adornen nuestro carácter; instrumentos que utilicemos para cada cosa que emprendamos; para cada responsabilidad que asumamos; para ser ejemplo y dar ejemplo. 

Jesucristo al caminar en esta tierra, y con cada cosa que hacía, nos daba ejemplo de un carácter dirigido a la disciplina, la paz, armonía, sabiduría y confianza; todos estos atributos caracterizaban cada una de las acciones de Jesús, sin mencionar el amor con las que realizaba todo.

Dios en este día desea regalarnos una porción más de paz y ciencia; ¿Estás dispuesto a aceptarla?, si es así, te invito a que repitas conmigo: Amado Dios y Señor nuestro, en esta hora me entrego por completo a tu cuidado y dirección; recibo con amor las cosas que quieres enseñarme en este día; y solicito la paz que necesito y la sabiduría que me haga falta, para entender, asimilar y aceptar tu voluntad, en el nombre de Jesús, Amen.

Querido amigo, que Dios bendiga tu alma y tu vida, y que haga resplandecer su rostro sobre ti. Dios te bendiga. Recuerda que en tu vida hay Olor a cielo.

 


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Sea tu si, si y sea tu no, no.