viernes, 11 de febrero de 2022

La pereza.

 


Hoy leí una frase muy graciosa, pero que tiene un poco de lógica, se refería a cuando necesitas que alguien te ayude a realizar un trabajo fuerte, decía que deberías buscar a un perezoso, ya que como es perezoso, encontraría la forma más fácil de realizarlo.

Esto, si lo analizamos bien, tiene lógica (humana), porque ciertamente al perezoso no le gusta trabajar ni esforzarse, por lo cual hará todo lo posible para terminar cualquier asignación impuesta para volver a su zona de confort, y lo hará implementando técnicas del mínimo esfuerzo; pero Dios nos ha llamado a ser diligentes en nuestros quehaceres, no perdamos tiempo, pues no hay tiempo que perder; vamos a emplear nuestro tiempo eficientemente, de forma tal, que podamos ser útiles, eficientes, eficaces, trabajadores, y siempre estar de buen ánimo; no nos enfoquemos más en la necesidad de que nos ayuden con algún trabajo, más bien vamos a enfocarnos en buscar una manera inteligente de reducir el esfuerzo, emprendamos e innovemos con buenas prácticas.

En la búsqueda de esa ayuda indiscutiblemente perdemos más tiempo, que, si nos enfocáramos en estudiar una mejor y más efectiva forma de rendir buenos resultados, y que de paso pueda quedar como un legado.

Hoy levántate dispuesto a aplicar la sabiduría e inteligencia que Dios ha depositado en ti, y permite que otros puedan disfrutar de tus conocimientos y buenas prácticas; se amable, bondadoso, respetuoso y compañero. No abuses de los demás para que no te conviertas en lo más odias.

Se diligente como la hormiga, trabaja como la abeja y disfruta de las delicias del amor de Dios en tu vida. Que tengas un excelente día, vive al máximo, bendice a los que te rodean. Recuerda que hay Olor a cielo.


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Sea tu si, si y sea tu no, no.