Hoy
el mundo completo está bajo alarma de pandemia, pero ¿Qué significa esto?,
generalmente significa que existe una enfermedad epidémica que se extiende a
muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o
región, en este caso es el COVID-19 o Coronavirus.
Ya a
estas alturas, han circulado por todos los medios de comunicación el posible
origen, causas y consecuencias, los síntomas, y las medidas precautorias que
debe tomar la población para evitar el contagio, también se han divulgado las medidas
para el cuidado de las personas infectadas.
En
el día de ayer les hice alusión a una referencia estadística con relación a la
enfermedad del COVID-19 que publicaba un medio en internet fechado del día 17
del presente mes, hoy estamos a 19 y acabo de ver una estadísticas que para mí
resulta espantosa, pues ayer hablábamos de que habían más de 7,000 casos, hoy
ya estamos hablando de 9,000 y picos de casos (esta variación solo en dos días
es alarmante); es algo que realmente me impacta, pues como les comente en mi artículo
anterior, no recuerdo haber vivido un caso parecido, solo lo había escuchado o leído
en la historia.
Esto
ciertamente nos da unas pinceladas de lo que posiblemente serán los próximos días
o quizás meses, o años… en esta tierra; no se trata solo del medio ambiente, del
efecto invernadero, de los combustibles fósiles, o de tantas otras cosas
pendientes que tiene el ser humano con este planeta tierra; se trata del cuidado
que debemos tener todos desde dentro de nuestro ser para poder proyectarlo y
ayudar a los que nos rodean.
El yoísmo, el pensar solo en sí mismo, en
lo que yo necesito, en lo que me hace feliz, en lo que quiero tener, todo eso
es lo que me hace reflexionar hoy; estoy dando algo bueno; ¿cuánto
he recibido de este mundo, de las personas que me rodean, de la tierra que mi
Dios me regalo para que viviera?; y ¿qué realmente estoy haciendo para hacer de
este lugar un mejor mundo?; ¿cómo puedo mejorar la vida de las personas que me
rodean?, son preguntas interesantes, pero que tristemente no nos hacemos muy a
menudo, ya que las ocupaciones del día a día nos impide levantar la mirada y
ver cómo va este mundo y todo lo que lo compone.
Hoy
quisiera tener la oportunidad de poder dar, aportar o hacer algo para mejorar
mi entorno, o para ayudar a sobrepasar esta crisis de la pandemia en la cual
estamos inmersos todos los países del mundo. Pero reflexionando pienso que lo
primero que debo hacer es ver con qué cuento para hacer esto. Bueno pues si
Dios me ha permitido levantarme hoy de mi cama, entonces es que estoy viva, si
me ha permitido ver a mis hijos, es porque tengo ojos y tengo familia, si he
podido preparar los alimentos, es porque tengo manos y me ha suministrado el
sustento, si he podido conversar con ellos es porque tengo voz y tengo
capacidad de coordinar ideas y articular palabras; y así sucesivamente pudiera
continuar diciendo todo lo que mi Dios hoy
me ha regalado para que hoy este
viva y pueda ver todo lo que poseo.
Creo
que con todo esto puedo hacer lo que realmente es mandato divino para mí como
ser humano e hija de Dios, en Marcos 16:15 dice: “Y les dijo: Id por todo
el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”. También lo dice en Hechos
13:46 “Así nos lo ha mandado el Señor: Te he puesto por luz para las naciones,
a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra.”
Salmos
105:1 nos dice: “Alabad a Jehová, invocad su nombre; Dad a conocer sus obras en los
pueblos. Y así pudiera hacer más de 30 referencias bíblicas con relación a este
tema. Pero lo que realmente quiero puntualizar es que en este momento es más
que necesario que nos analicemos retrospectivamente para que descubramos que
tenemos para poder dar al prójimo, qué podemos hacer para ayudar a nuestro
planeta, cómo podemos llevar alegría, esperanza a las almas que hoy se
encuentran turbadas, preocupadas, desesperanzadas por todas las cosas que están
sucediendo, que quizás las veíamos tan lejos, o quizás pensamos que hemos oído tanto
hablar de lo mismo desde nuestros antepasados, que habíamos perdido la fe en
las palabras y promesas de la Biblia.
También
como dice en 2 Corintios 6:2 “pues Él
dice: EN EL TIEMPO PROPICIO TE ESCUCHE, Y EN EL DIA DE SALVACION TE SOCORRI. He
aquí, ahora es EL TIEMPO PROPICIO; he aquí, ahora es EL DIA DE SALVACION. Y
en Romanos 13:11 “Y {haced todo} esto,
conociendo el tiempo, que ya es hora de despertaros del sueño; porque ahora la
salvación está más cerca de nosotros que cuando creímos”. Y creo que
ciertamente es así.
¿Tienes
algo de lo cual te sienta orgulloso? Da gracias a Dios por tenerlas, para poder
disfrutarlas, pero nunca olvides compartirlas con los demás, para hacerlo no
tienes que salir de tu casa, comienza allí, regálales un tiempo de calidad,
comparte, escucha, habla, intenta entender, da amor a todos los que están tan
cerca de ti; continua haciéndolo quizás vía telefónica llamando a tus seres
queridos que no viven contigo, tal vez puedas enviar un mail a tus amigos, o quizás
puedes compartir mensajes de esperanzas.
Es
mi deseo que Dios te colme de bendiciones, paz y amor y que puedas compartirlo
con los demás; bendiciones de www.oloracielo.blogspot.com para ti. Que Dios
lleve la paz que necesitamos a todo ser humano.
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