¿Te has molestado tú, en
comprobar lo que afirmas? Más que nada para poder defender correctamente tus
ideas....
Muchas veces somos portavoces
de conceptos e ideas ajenas que están tan fuera de lugar que hasta sin terminar
de dar nuestras opiniones tenemos que callarnos o cambiar de tema, porque en
nuestra mente (después) organizamos las ideas y entonces surgen las dudas.
Al surgir dudas es cuando somos
capaces de movemos a investigar un poco más. Y es ahí cuando podemos emitir un
juicio que puede resultar hasta oportuno y esperado. Con ideas para solucionar
conflictos, aclarar dudas o evitar (incluso) tragedias.
Salomón fue muy sabio cuando
escribió en Eclesiastés 3:7 ” hay tiempo de callar, y tiempo de hablar”.
Saber cuándo guardar silencio
refleja en nosotros la humildad para estar dispuestos a escuchar. Existe una
gran diferencia entre escuchar y oír. Oír es solo percibir sonidos, en cambio
cuando realmente escuchamos es cuando prestamos verdadera atención.
Por esto, amados hermanos, todo
hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse. “Santiago
1:19”
Con este pensamiento te invito
a que meditemos sobre todas las cosas que hoy escuchemos. Que podamos set
canales de bendición para las personas que nos rodean.
Feliz fin de semana.
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