Hoy en día la mayoría de la
gente ha tomado conciencia de lo que es la salud física y mental, y que bueno
que lo han hecho. Dentro de las cosas que se nos enseñan en torno a ese tema están
los 8 remedios naturales, y se llaman así porque son recursos de los que Dios
hizo provisión, colocándolos en la naturaleza al alcance de todos los seres
humanos.
En la sección de este blog estaré
hablando justo de esos 8 remedios; Y si por casualidad no sabes o no recuerdas cuáles
son esos remedios, aquí te dejo la lista, y entraremos en materia
inmediatamente.
1.
Alimentación sana
2.
Ingestión regular de agua
3.
Respirar aire puro
4.
Exposición a la luz solar
5.
Práctica de ejercicio físico
6.
Haga reposo
7.
Ejerza la temperancia
8.
Confíe en Dios
Comenzaremos hablando de la alimentación,
¿cómo influye ella en nuestra salud?, me dirás que es obvio, y que todo el
mundo sabe que hay que cuidar la alimentación para mantener una vida saludable.
Pues te cuento que puede ser cierto, pero si te pregunto ¿Cómo se hace eso? Ya lo
pensaras un poquito mejor.
Cada médico tiene una recomendación
diferente en algunos aspectos relacionados al tema de la alimentación. Pero ya
la Biblia miles de años antes nos ha hablado sobre el asunto; Nos dice que
debemos hacer, que no debemos hacer con los alimentos, incluso nos da una lista
de alimentos sugeridos para el consumo humano y que nos ayudara a preservar
nuestra salud. Ejemplo de esto lo encontramos en el libro de Deuteronomio 14
del 1 al 21 dice lo siguiente:
“Eres hijo del Señor tu
Dios. No te hagas cortes en la piel ni te rapes la cabeza en honor de un
muerto, porque eres pueblo consagrado al Señor tu Dios. Él
te eligió de entre todos los pueblos de la tierra, para que fueras su posesión
exclusiva.
No comas ningún animal
abominable. Los que podrás comer son los siguientes: el buey, la
oveja, la cabra, el ciervo, la gacela, el venado, la cabra montés,
el íbice, el antílope y el carnero montés. Podrás comer cualquier animal
rumiante que tenga la pezuña hendida y partida en dos; pero no
podrás comer camello, liebre ni tejón porque, aunque rumian, no tienen la
pezuña hendida. Los tendrás por animales impuros.
El cerdo es también impuro
porque, aunque tiene la pezuña hendida, no rumia. No podrás comer su carne ni
tocar su cadáver.
De todos los animales que
viven en el agua podrás comer los que tienen aletas y escamas, pero
no podrás comer los que no tienen aletas ni escamas, sino que los tendrás por
animales impuros.
Podrás comer cualquier ave
que sea pura, pero no podrás comer águila, quebrantahuesos, azor, gallinazo,
ni especie alguna de milanos ni de halcones, ni especie alguna de
cuervos, ni avestruz, lechuza o gaviota, ni especie alguna de
gavilanes, ni búho, ibis, cisne, pelícano, buitre, cuervo
marino o cigüeña, ni especie alguna de garzas, ni abubilla ni murciélago.
A los insectos voladores los
tendrás por impuros, así que no los comas. Pero sí podrás comer cualquier
animal alado que sea puro.
No comas nada que encuentres
ya muerto. Podrás dárselo al extranjero que viva en cualquiera de tus ciudades;
él sí podrá comérselo, o vendérselo a un forastero. Pero tú eres un pueblo
consagrado al Señor tu Dios. No cocines el cabrito en la leche de su
madre.
Ya lo ves, la Biblia nos
habla también de alimentación, el problema es que queremos apartar las
recomendaciones de ella para nosotros alegando que eso era para las personas de
esa época; Pero si te fija bien, las personas de esas épocas duraban muchos
años más de vida que lo que podemos vivir nosotros hoy en día.
Si nos atrevemos a intentar
cosas nuevas en nuestras vidas que no sabemos a ciencia cierta si funcionan, ¿Por
qué no le damos una oportunidad a las cosas que Dios tiene estipulada para la
raza humana?
Si en algún momento de
nuestras vidas compramos un programa de software para utilizarlos en algún negocio o trabajo que
cotidianamente realizamos, y por casualidad de la vida se daña, ¿a quién usted
cree que debemos acudir para que nos ayude?, y ¿a quién le solicitaremos las
actualizaciones o mejoras del mismo?, obviamente al fabricante.
Pues te cuento que nuestro
fabricante hace mucho tiempo atrás nos regaló una lista muy completa para que
podamos elegir para nuestro consumo, no hagas caso omiso a esto. No vayas a
Dios ya enfermo, buscando soluciones, cuando ya no hay tiempo. Aprovecha el
tiempo y haz lo que Dios quiere que hagamos con la alimentación para el cuidado
de nuestra salud.
Te invito a que hagas los
arreglos necesarios para poder incluir en tu dieta diaria la lista de alimentos
que Dios propone y de excluir aquellos alimentos que son nocivos para la salud
del ser humano.
Dios quiere que seamos
salvos, y que mientras estemos en este mundo, seamos felices, y esa felicidad
va de la mano con la salud física y mental.
Recuerda Dios es bueno todo
el tiempo, todo el tiempo Dios es bueno.
Si quieres descubrir un poco
más sobre los 8 remedios naturales, te invito a que visites mi blog otra vez,
en la próxima estaremos hablando del próximo remedio de la lista.
Hasta
la próxima, Dios les bendiga.
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