lunes, 20 de mayo de 2019

¿Qué tienes, Dios, para mi hoy?



Cuando eres madre o padre, sé que es gratificante llegar a casa y tener algo que llevarle a los hijos; si, se siente bien, pero más bien te sientes cuando alguien toca tu puerta y te da algo que realmente necesitabas y que no lo habías comentado; quedas en el asombro total, pensando ¿Quién pudo darte lo que necesitabas?, y más asombroso es cuando ya habías perdido la esperanza de resolver lo que tenías que resolver.

Bueno, es, a veces, cuesta arriba verte tan esforzado en la vida, tanto trabajar, luchar, pelear, y no poder resolver lo que tienes que resolver, o verte de manos cruzadas ante una eventualidad de la vida que te agarro desprevenido y que ahora no sabes cómo lo resolverás.

Pero qué bueno que existe un Dios omnipotente, omnipresente, omnisapiente, y todo poderoso que nos acompaña siempre, que nos ama, que nos busca y que nos espera con amor. Que está ahí para nosotros, justo en el momento que lo necesitamos. No es como nosotros, que a veces lo pensamos para abrir la puerta del carro, la de la casa, levantar el teléfono, contestar una llamada por el celular, brindarle ayuda a alguien (aunque seamos espectadores de sus necesidades de primera fila), y en eso se nos van los segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, años y no ayudamos a nadie, nunca, ni por más que nos necesiten; Y a esto le tenemos muchas veces las respuestas más emocionantes del mundo, como por ejemplo, estoy cansado, es que molesta mucho, tengo sueño, estoy muy cómodo, no tengo tiempo, no es mi problema, que pague las consecuencia de sus actos, en fin, siempre tenemos moneda para devolver. Qué pena que Dios no es así y gracias a Dios que no todas las personas son así; Si Dios fuera así, pobre de nosotros y si las personas fueran todas así pobre de nosotros. De cualquier manera perdemos en cada una de esas circunstancias.

Pero como Dios es bueno todo el tiempo, hoy nos regala una promesa de amor que se encuentra en Jeremías 33: 3: “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”.

Clama a Dios, Él es el único que siempre está dispuesto a contestar, y a hacerlo con amor.

Dios te regale un lindo día, bendiciones de lo alto.

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Sea tu si, si y sea tu no, no.