martes, 2 de abril de 2019

¿Qué es lo que ves?


¿No te ha pasado que crees ver algo y no es así?, nuestra mente es capaz de generar imágenes que no son reales y que nos pueden parecer tan reales que cuando lo analizamos nos asustamos.

Una vez estaba en una gasolinera en los alrededores de mi casa lavando el vehículo, y de repente vi llegar la camioneta de mi esposo que había ido a  buscar a mi hijo a las clases de karate que terminaban a las 6 de la tarde. Llegaron, echaron combustible y los alcance a ver y los salude y ellos me saludaron y se marcharon. A los 5 minutos recibo una llamada de mi esposo que me pregunta “¿Dónde estás?”, yo, desconcertada, asustada y enojada, le contesto: ¿Cómo que dónde estoy?, acabas de verme en la gasolinera, ya estoy terminando de lavar el vehículo para irme a casa.

Tremenda fue la respuesta que recibí de mi esposo que me dice: “yo estoy en la casa, te llamaba para saber si vas a pasar a buscar a José (nuestro hijo)?...

Amigos, les confieso que ya no sabía exactamente qué era lo que sentía, tenía una conjunción de sentimientos en mí que me hicieron reaccionar quizás de una manera equivocada, pues le conteste a mi esposo que no le creía, que él estaba jugando conmigo y que no lo volviera a hacer.

Pero otro montón de sentimientos vinieron a mí en el momento que llegue a casa y confirmo con mi hijo que, ciertamente, ellos no eran las personas que yo había visto en la gasolinera, pues mi esposo estaba en casa y mi hijo regresó a casa en transporte público. ¡Vaya que decepción!. Mi mente había creado unas escenas muy interesantes en mi cabeza que no eran ciertas, todo fue un engaño.

De esa misma manera hay cosas en la vida que no son lo que parecen, y que debemos dedicar ciertos cuidados especiales para que no nos afecten.
El título de hoy quiere referirse a esas cosas que vemos y las que no podemos ver. El ser humano tiene la costumbre de cuidar (a veces no con tanto esmero como lo requiere) las cosas que podemos ver, y no dedicamos ni tiempo ni atención a aquellas otras cosas que no se ven. Por ejemplo, ¿una cosa que se ve? Un cuerpo bien cuidado, las cosas materiales que nos rodean, etc; ¿algo que no se ve? Los sentimientos, las palabras, las intenciones, los deseos…

El cuerpo es algo que se ve, pero el espíritu no lo podemos ver, y de los dos debemos tener sumo cuidado. Debemos saber que el cuerpo es templo del Espíritu Santo y que el espíritu debemos alimentarlo mediante la oración y el estudio de la palabra de Dios.

Pablo en el libro de 2 corintios 4:18 nos dice: “… no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, más las que no se ven son eternas”. Que hermoso seria si entendiéramos este versículo y nos propusiéramos en nuestras mentes y en nuestro ser, cuidar con sumo esmero aquellas cosas que no se ven, porque ciertamente las que se ven son pasajeras, pero esas que no se ven nos acompañaran hasta la eternidad.

Medita hoy en esas cosas que no puedes ver, pero que pueden afectar tu vida de tal manera que pueden acercarte o alejarte de Dios; Cuida con esmero tu cuerpo, porque es templo del Espíritu Santo, pero no te olvides de cuidar tus palabras, tus sentimientos, tus emociones, que tendrán repercusión en tu relación con Dios y con tu prójimo.

Que tengas excelente día y que la paz de Dios te acompañe hoy. Dios te bendiga.

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