miércoles, 27 de marzo de 2019

Tú debes ser mejor de lo que eras….





En el principio de los tiempos, Dios creo al hombre conforme a su semejanza…Fuimos dotados de cualidades especiales, de dones, de talentos y de perfección, pues fuimos creados a la imagen y semejanza del Altísimo. Pero al pasar de los siglos, hemos caído degradado por el pecado, hasta la más mínima expresión de miseria e imperfección.

Todos los seres humanos pasamos por un proceso de transformación tanto interno y externo; En el proceso salen a resurgir en muchas ocasiones el miedo, la desesperación, la inmadurez, la incompetencia, la falta de fe, el egoísmo, la falsedad, la envidia y muchos otros aspectos del ser humano, que lejos de ser atributos positivos se convierten en aquellos defectos que reflejamos en nuestro hablar, accionar o pensar.

Por la misericordia de nuestro Padre Celestial, hoy tenemos la recomendación plasmadas en las sagradas escrituras, que nos invita a ser imitadores de Cristo, como Él lo fue de Dios, y nos da las pautas necesarias y suficientes para lograrlo. Grandes son las recompensas que se nos expresan también allí para los que logren alcanzar la semejanza del carácter de aquel que se inmoló en la cruz del Calvario por nuestros pecados.

No ha de sorprendernos entonces, que por ese amor incondicional que tiene nuestro Padre para con nosotros, ha sido extendida la gracia y con ella la oportunidad de reflexionar en todos estos aspectos de nuestras vidas que tenemos que mejorar, y que podamos alcanzar a decir como Pablo dijo: “
2 Timoteo 4:7-8
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

Y lo más maravilloso de todo esto es que esa promesa no es sólo para algunos, sino para TODOS LOS QUE AMAN SU VENIDA, y como si eso fuera poco, es totalmente gratuita; Eso es fabuloso, en estos tiempos esa palabra se ha puesto muy de moda, pero a la hora de lanzarnos a algo que es gratis, vamos con cierto cuidado, cuando la vemos en las calles, o en las redes, en otros escenarios…, y esto es porque al final se nos ha mentido, y terminamos pagando un precio (muchas veces muy alto).

Esta promesa de Dios, en cambio, es fiel y verdadera, y por tal razón expresó Jesucristo “En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros. Juan 14:2”, así que hoy como todos los días, te invito a que te coloques por completo en las manos de Dios y le permitas dirigir tu día y tu vida.

Habrá personas que hoy llegaran a ti muy descompuestas y otras se irán de ti por alguna razón; Pero tú puedes llegar a ser la diferencia y a hacer la diferencia en ellos, así que, no olvides que lo que llegó a ti descompuesto, cuando pase de ti, debe ser mejor, por eso debemos perfeccionarnos en Cristo Jesús.

Feliz y bendecido ombligo de la semana.

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Sea tu si, si y sea tu no, no.