En el principio de los
tiempos, Dios creo al hombre conforme a su semejanza…Fuimos dotados de
cualidades especiales, de dones, de talentos y de perfección, pues fuimos
creados a la imagen y semejanza del Altísimo. Pero al pasar de los siglos,
hemos caído degradado por el pecado, hasta la más mínima expresión de miseria e
imperfección.
Todos los seres humanos pasamos
por un proceso de transformación tanto interno y externo; En el proceso salen a
resurgir en muchas ocasiones el miedo, la desesperación, la inmadurez, la
incompetencia, la falta de fe, el egoísmo, la falsedad, la envidia y muchos
otros aspectos del ser humano, que lejos de ser atributos positivos se
convierten en aquellos defectos que reflejamos en nuestro hablar, accionar o
pensar.
Por la misericordia de
nuestro Padre Celestial, hoy tenemos la recomendación plasmadas en las sagradas
escrituras, que nos invita a ser imitadores de Cristo, como Él lo fue de Dios,
y nos da las pautas necesarias y suficientes para lograrlo. Grandes son las
recompensas que se nos expresan también allí para los que logren alcanzar la
semejanza del carácter de aquel que se inmoló en la cruz del Calvario por
nuestros pecados.
No ha de sorprendernos entonces,
que por ese amor incondicional que tiene nuestro Padre para con nosotros, ha
sido extendida la gracia y con ella la oportunidad de reflexionar en todos
estos aspectos de nuestras vidas que tenemos que mejorar, y que podamos
alcanzar a decir como Pablo dijo: “
2
Timoteo 4:7-8
He
peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
Por
lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor,
juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su
venida.
Y lo más maravilloso de todo
esto es que esa promesa no es sólo para algunos, sino para TODOS LOS QUE AMAN
SU VENIDA, y como si eso fuera poco, es totalmente gratuita; Eso es fabuloso,
en estos tiempos esa palabra se ha puesto muy de moda, pero a la hora de
lanzarnos a algo que es gratis, vamos con cierto cuidado, cuando la vemos en
las calles, o en las redes, en otros escenarios…, y esto es porque al final se
nos ha mentido, y terminamos pagando un precio (muchas veces muy alto).
Esta promesa de Dios, en
cambio, es fiel y verdadera, y por tal razón expresó Jesucristo “En la casa de mi Padre hay muchas
moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar
un lugar para vosotros. Juan 14:2”, así que hoy como todos los días, te
invito a que te coloques por completo en las manos de Dios y le permitas dirigir
tu día y tu vida.
Habrá personas que hoy
llegaran a ti muy descompuestas y otras se irán de ti por alguna razón; Pero tú
puedes llegar a ser la diferencia y a hacer la diferencia en ellos, así que, no
olvides que lo que llegó a ti descompuesto, cuando pase de ti, debe ser mejor,
por eso debemos perfeccionarnos en Cristo Jesús.
Feliz y bendecido ombligo de
la semana.
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