martes, 8 de enero de 2019

Pide y recibirás.


Santiago 1:6-8 

6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.

7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.

8 El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.

Cierto es que la mayoría de las veces que nos colocamos en actitud de oración, lo hacemos para pedir algo. Y yo me pregunto ¿Por qué estamos siempre tan dispuestos a pedir más que a dar?

En el momento que nos disponemos a orar, es el momento donde más reflexionamos acerca de nuestras carencias, en especial de aquellas que no nos permiten tener o hacer las cosas que queremos o que  necesitamos. Es por esto que sentimos la necesidad de ir a un ser superior a pedir ayuda. Ese ser superior sabe de las cosas que tenemos necesidad, pero le agrada cuando su creación reconoce sus limitaciones. No debemos, pues, escatimar esfuerzo para hacer o realizar nuestras oraciones.

La oración efectiva comienza con la confianza en Dios y la conciencia de sus caminos. De otra manera, el escepticismo puede colarse en nuestro pensamiento si el Señor retrasa su respuesta o responde de una manera inesperada. Pero cuando nuestras oraciones están alineadas con su voluntad y motivadas por el deseo de glorificar a Dios, las dudas desaparecerán.

A veces estamos más preocupados por lograr que el Señor haga lo que queremos, que por someternos a su voluntad en la situación. Esto hace retardar las repuestas de Dios a nuestras vidas. No porque El así lo quiera, sino, porque nosotros así lo determinamos.
Las dudas pueden provocan esas situaciones y pueden provenir de escuchar las voces equivocadas, apegarse a falsas creencias o enfocarse en la dificultad en vez del poder, la sabiduría y la fidelidad del Señor.


Hoy te invito a orar con fe, con certeza, con esperanza, con determinación, y con sumisión, recordando el verso bíblico de Santiago 1:6-8, y deseo que alcances la misericordia de nuestro Padre Celestial y que pases un día lleno de bendición. 

Feliz día.

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Sea tu si, si y sea tu no, no.