Nunca te burles de los demás.

Nunca te burles de los demás.

¿Quién no conoce a una persona burlona?, estamos rodeados de ellas, la diferencia radica en el tipo de persona, ya que existen personas que disfrutan el burlarse de los demás, y otras liberan estrés burlándose de sí mismos.

Ahora bien, ¿En cuál grupo estas?, ¿Dónde podemos encajar perfectamente?, si hoy me detengo a realizarme un análisis retrospectivo ¿Cuál sería el resultado?

En la biblia (la enciclopedia de la vida del ser humano) hay un verso en Proverbios 3:34 (Biblia de las Américas) que dice: Ciertamente Él se burla de los burladores, pero da gracia a los afligidos.

Aparentemente ese tipo de persona pareciera estar feliz consigo misma, pero en realidad esa risa es solo un escudo para que toda la tristeza, indignación, rencor, carencia, desilusión, entre otros sentimientos oscuros, no puedan salir a la luz de su rostro y mucho menos a la vista de las personas que les rodean.

No podemos evitar a todas estas personas, pero si podemos asumir una actitud positiva, de paz, de amor y compasión por ellas, y ponerlos en oración para que el Dios que todo lo puede, pueda transformar sus vidas de lamento a baile, pero un baile de júbilo y genuino.

¿Quieres saber cuál es la clave para poder hacer esto?, pues es sencillo lee Mateo 7:7-8 que dice: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.  Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”. 

Pide esto pero pídelo con fe, como dice en Santiago 1:6 

 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.

Haciendo esto recibirás; Dios nos da la oportunidad hoy de identificar de qué lado nos encontramos y le pido a Dios que si yo estoy en el lado equivocado me ayude a colocarme en el lado justo donde Dios me quiere. Ama a tu prójimo recordando que para hacer esto debes amarte a ti mismo, Y recordando a demás que para amarnos debemos conocernos, aceptarnos y mejorarnos.

Que Dios te regale un excelente día. Y logremos identificar de qué lado estamos, pero sobre todo, buscar el lado correcto.

Bendecido día.