lunes, 14 de enero de 2019

Levanta tu mirada.

“Levantaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra” (Sal 121:1, 2).

Cuando adquirimos la capacidad de reconocer que Dios es el creador de los cielos y la tierra, entonces comenzamos a entender nuestra dependencia de ese Ser tan poderoso y maravilloso; ese Dios de amor y de poder; ese Dios sustentador y sanador; ese Dios protector y consolador; ese Dios fuerte y perdonador; ese Dios amoroso y paciente…

Comencemos o terminemos hoy nuestra jornada, reconociendo ese poderío maravilloso de nuestro Dios. Coloquemos cada una de nuestras metas, propósitos, carencias, dificultades y sueños, en sus manos. Nuestro Dios no duerme tal como dice en el libro de los Salmos; Él está siempre pendiente de nosotros, como todo padre. Dice en su palabra “¿qué  padre, si su hijo le pide pan, le dará una piedra?”…

Dios está más que dispuesto a regalarnos todo lo que necesitamos, así que hoy sal convencido de esto y grítale al mundo cuan bueno es Dios.

Confía en el amor del eterno y disfruta tu día al máximo.

Bendecido lunes.


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Sea tu si, si y sea tu no, no.