jueves, 10 de enero de 2019

La culpa.

“Ya sea falsa o real, el sentimiento de culpa divide nuestra mente, drena nuestra energía y despierta inseguridad. Si permitimos que se prolongue, podemos comenzar a tener dudas sobre la bondad y el amor de Dios. La depresión y la desesperanza pueden seguir. Para hacer frente a la situación, algunas personas desarrollan impulsos pecaminosos en un intento de reemplazar la culpa con algo placentero. Cantidades excesivas de comida, televisión, internet, compras y ejercicio son métodos comunes para tratar de rechazar los pensamientos de auto condenación. “

Esta cita me pareció muy interesante, y quise compartirla con ustedes. En la lectura que hice hoy de la biblia, me dirigí al libro de los salmos:

Salmo 32
1  Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.
2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad,
Y en cuyo espíritu no hay engaño.
3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos
En mi gemir todo el día.
4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;
Se volvió mi verdor en sequedades de verano. 
5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.
Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová;
Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. 
6 Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado;
Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.
7 Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación me rodearás. 

Y entendí por qué es tan dañino el sentimiento de culpa. Es tan frecuente sentirse culpable por cualquier cosa, hasta cosas insignificantes, a veces fuera de lo común, ajenas, inexistentes, etc.

Pero Dios nos recuerda hoy que somos hombres y mujeres bienaventurados cuando depositamos nuestras cargas en las manos de Jesús. Cuando entendemos que Él tiene el control y el poder de cambiar las circunstancias que nos rodean, entonces llegamos a ser mejores seres humanos, alcanzamos la bienaventuranza de nuestro Dios.

No callemos esos sentimientos, vayamos a los brazos de amor de nuestro Padre eterno y contémosle todo lo que nos sucede, El entiende, El restaura, El sana, El da vida…

Hoy te deseo un día maravilloso, lleno del amor de Dios y libre de sentimientos de culpa. Recuerda que Dios es bueno todo el tiempo, todo el tiempo Dios es bueno.


Bendecido día. 

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Sea tu si, si y sea tu no, no.