En este día, quiero exhortarles
mis amados, a que compartan la gracia de nuestro Señor Jesucristo con todas las
personas que les rodean. El tiempo es
propicio para esto. Muchas personas en tiempos de navidad, se hacen sensibles a
las palabras, sentimientos, emociones, más que en otros tiempos, es por eso que
quisiera recordarles estas palabras del apóstol Pablo:
1 Tesalonicenses 5:15
Mirad que ninguno pague a
otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con
todos.
En cada una de las personas
que nos rodean podemos ver el rostro de Jesús y actuar de la manera que Él lo haría
en cada situación, dirigidos por el Espíritu Santo y bajo el poder de Dios
podremos hacerlo. Algunas de las pautas a seguir para conseguir tener el éxito en
este día serian:
Ver la presencia de Dios en
medio de las dificultades. Cuando nos unimos a nuestros
hermanos en la fe, podemos ayudarlos a desviar su enfoque de sus circunstancias
y comenzar a ver sus pruebas como oportunidades para ser moldeados, para crecer
y para descubrir lo que el Señor desee.
Involucrarse personalmente. La
mejor manera de recibir exhortación es a través de encuentros cara a cara que
permitan que la otra persona vea nuestra atención y preocupación. Además, al
observar las reacciones, el discernimiento nos ayuda a entender los problemas y
a percibir qué principios bíblicos aplicar.
Estar dispuestos a aprender. Al
ayudar a otros a madurar, también debemos estar dispuestos a hacer cambios en
nuestra vida, porque no podemos transmitir sabiduría a otros a menos que la
persigamos nosotros mismos.
Y haciendo esto podremos ver
el rostro de nuestro Dios y sentir su presencia. No desmayes hoy por hacer el
bien, más bien haz el bien y no desmayaras.
Dios te guarde y te regale
un día lleno de paz.
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