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Corintios 9:6
Pero
esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que
siembra generosamente, generosamente también segará.
En
este tiempo de navidad es propicio para compartir con la familia, seres queridos,
conocidos, allegados, en fin, nuestro corazón está más dispuesto (para algunas
personas) a dar que a recibir (no digo que es malo recibir), pero que bonito
seria que estos gestos de amor, comprensión, respeto, perdón, y todos los demás
sentimientos que por el amor y la bondad de Dios nos ha permitido experimentar,
pudiéramos externarlos durante todo el año, todos y cada uno de los días de
nuestras vidas.
Consideremos
pues con esto, lo mucho que hemos sido bendecidos por la generosidad de nuestro
Padre celestial, todo lo que hemos recibido de sus manos. Él dio a su Hijo
Jesucristo para que tomara nuestros pecados sobre sí y muriera en nuestro
lugar. Nos ha adoptado en su familia, nos hizo coherederos con Cristo, y nos ha
preparado un hogar permanente en el cielo con Él. Y en esta vida, su Espíritu
Santo nos da todo lo que necesitamos para la vida y la piedad. Nos perdona de
nuestras faltas y pecados y nos acompaña en nuestro diario caminar.
Al
hacer planes para estas Navidades, pidámosle a nuestro Padre Celestial que nos ayude a ser más generosos con los demás,
así como Dios lo ha sido con nosotros a lo largo de nuestra vida.
Que
Dios te regale un día lleno de paz, serenidad y gozo. Bendiciones.
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