sábado, 3 de noviembre de 2018

¿Estas intranquilo?



¡Pues, tranquilo!

“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6-7 

Hace un tiempo, leí esta frase en un libro:
“¿Sabe por qué se queja? Porque no acepta lo que sucede, porque se cree que sabe más que la vida o que los demás, porque está íntimamente convencido de que tiene la receta para que el mundo funcione de la mejor manera posible, y cuando no lo hace cuando usted cree, se queja.”

De verdad les confieso que cuando leí esta parte del libro, me pareció, a primera vista, un cliché, algo que dicen muchas personas, sólo para mostrar que puedes hacer algo más. Y en cierto modo creo que es así, la diferencia es que cuando estas realmente necesitado de esa instrucción “divina” para poder resolver algo en tu vida, te vuelves más receptivo y entiendes otras cosas.

El autor continúa diciendo que: “Lamentarse es no aceptar la vida tal y como se muestra: es estar peleado con la vida. Y si está peleado con la vida, sólo puede haber un perdedor: Usted.”

Y dice más adelante que cuando esto sucede es porque hay una falta de misión, de objetivo, de perspectiva e incluso de estar en un camino equivocado. Es correcto esto, pues necesitamos enfocarnos en algo más que no sea ver lo negativo que nos rodea, pues de eso tenemos bastante en nuestro entorno.

Un proverbio chino dice: “Si tiene solución, ¿por qué preocuparse?, si no lo tiene, ¿Por qué preocuparse?”.

Sería bueno hacernos esas preguntas a diario cuando nos sobrevengan esas situaciones o circunstancias que no sabemos, o podemos, resolver. No te detengas a quejarte (en esa parada hay mucha gente), mejor utiliza las horas de tu día para algo provechoso, porque al final, cuando pase el tiempo, veras que pensaras en aquello que tanto te preocupaba, y dirás: “no merecía espacio en mi memoria”.

Recuerda este versículo: “Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.” 1 Pedro 5:7, te invito con este versículo en memoria, a que deposites todas tus ansiedades y tristeza en las manos de Cristo, para que veas que liviana se vuelve toda aquella carga. El cuidara de ti, sí que lo hará, sólo debes confiar. Créele a Cristo.

¡Dios te bendiga!

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Sea tu si, si y sea tu no, no.