No importa dónde estemos
en nuestro andar de fe, la mayoría de nosotros podríamos decir que nuestra vida
de oración no es lo que nos gustaría que fuera.
Nuestros intentos de apartar
tiempo para orar suelen ser de corta duración. Y cuando logramos pasar tiempo
con el Señor, nos encontramos con facilidad distraídos por pensamientos
fortuitos, deseos y exigencias del día.
Cultivar un hábito de
oración puede requerir sacrificio, pero el costo y el esfuerzo valen la pena.
Pasar tiempo en la presencia del Señor es la mejor manera para conocerle mejor
y amarle más.
Colosenses 4:2
Perseverad en la oración,
velando en ella con acción de gracias…
Dios te bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario