Tener un amigo fiel es una de las mayores bendiciones de Dios. No importa lo que esté pasando en su vida, puede contar con que esa persona estará a su lado. Sin embargo, no hay garantía de que no perderá a ese amigo. Circunstancias inevitables como la mudanza, la enfermedad o la muerte pueden llevarse a su compañero, pero si usted es cristiano, tiene un amigo que nunca le abandonará, es el Espíritu Santo, nuestro sonsolador y ayudador. Cuando Él viene a morar en nuestro ser se queda para siempre. Invitemoslo hoy a morar en nuestras vidas.
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