Y esa noche, cuando Herodes estaba a punto de sacarlo, Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas; y unos guardias delante de la puerta custodiaban la cárcel. Y he aquí, se le apareció un ángel del Señor, y una luz brilló en la celda; y {el ángel} tocó a Pedro en el costado, y lo despertó diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas cayeron de sus manos. (Hechos 12:6-7)
En la historia
registrada en todo el capitulo 12 del libro de los Hechos, es importante
resaltar dos cosas: la primera es que Pedro fue hecho preso en medio de un escenario
triste donde no se podía predicar, porque esto provocaba la ira de los principales,
lo que ya había ocasionado la muerte de Jacobo y de otros que habían sido
llamados a realizar la obra de evangelización.
Segundo es el hecho
de que Pedro, estando custodiado por 16 soldados y cadenas en sus manos, recibió
la visita del Ángel de Jehová, el cual le dijo: “levántate” y “sígueme”
y Pedro obedeció. No solo obedeció sino, que también testifico de lo que Dios había
hecho con él, y se fue a otro lugar para continuar su obra de evangelización.
Todo esto había hecho
sin duda que la obra del evangelio se expandiera y que más almas llegaran a
Cristo. Pedro pudo ver las cadenas que lo ataban y los soldados que lo
custodiaban rotos y sin poder ante la presencia del Ángel de Jehová.
De esa misma manera,
hoy te invito a que te libertes de esas cadenas, para que continuemos la
obra que comenzaron nuestros antepasados, en espera de la segunda venida de nuestro
salvador. Pero para asegurar la victoria
en esta, tan grande obra que debemos realizar, les compartiré cuatro técnicas para
utilizar mientras trabajamos y esperamos nuestra redención. Estas las escuche
del Pastor Arnaldo Cruz y me encantaron; las cuatro técnicas son las siguientes:
Ø
Orar
Ø
Confiar
Ø
Tomarlo
con calma
Ø
Obedecer
la instrucción de Dios
En el momento que
nos disponemos a orar a nuestro Dios; estamos reconociendo que
Dios es nuestro creador, sustentador, salvador y redentor; debemos confiar
toda nuestra vida, nuestros sueños, anhelos, deseos, en las manos de nuestro Señor;
por lo que, no nos podemos desesperar, debemos dejar a Dios actuar, debemos tomarlo
con calma; pero al final procurar siempre obedecer la instrucción
de Dios. Esto sin duda nos preparara para la victoria y la vida eterna.
Sin duda seremos mas
que vencedores en Cristo Jesus; hoy te invito a que permitas que Dios te
liberte de esas cadenas que por años te han mantenido sumergido en la tristeza,
la soledad, la desesperanza y la dejadez; ven a Jesucristo, entrégale tu corazón,
y te regalara una vida en victoria. Dios te bendiga, recuerda que hay olor a
cielo.
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