El
sentido de la dignidad humana hace referencia al respeto que una persona siente
por sí mismo, cómo se valora y cómo respeta y valora a los demás. La dignidad ontológica es innata, mientras que la moral
es adquirida. La primera se desprende, entre otras cosas, del
ser-libre, mientras que la segunda es consecuencia del uso moral que hace cada
uno de su libertad, es decir, del valor ético de sus decisiones.
Si nos
vamos al plano meramente científico podríamos decir que la dignidad se refiere
a cómo se valora a una persona y si se comporta con responsabilidad, seriedad y
respeto por los demás.
En el
plano espiritual, nos referimos a un individuo que este tan conectado con lo
divino que no cometa pecado. Y viendo sinceramente esta definición, creo que
ninguno de nosotros tenemos dignidad espiritual, pues estamos a la merced de
los pecados de este mundo a diario, de una forma impresionantemente
desvergonzada y no discriminatoria.
Todos
nosotros, los que buscamos sinceramente la sabiduría a la luz del estudio de la
santa palabra de Dios y de la comunicación con nuestro Dios por medio de la oración,
debemos tener presente que formamos parte de este mundo sucio e impuro (por la
raza que lo habita). Por lo que no tenemos la capacidad de señalar, ni mucho
menos de tratar de minimizar o avergonzar a ningún otro ser humano.
Al emitir una opinión, muchas
veces lo hacemos de la manera en la que menos lo percibimos; nuestros ojos sólo
pueden percibir (ver) lo externo, la mente sólo puede imaginar (no
necesariamente la realidad) lo interno, y la interacción continua y constante
puede validar y contrastar las dos partes, aunque con cierto grado de no
exactitud, ya que somos seres dados a cambios constantes, provocados o instantáneos
(por reacciones adversas).
Esto
nos coloca en un plano un tanto difícil para poder determinar si una persona es
digan o no de algo; pero afortunadamente en la Biblia nos dice: “Porque las
cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a
fin de que por la paciencia y por la consolación de las Escrituras,
tengamos esperanza. (Romanos 15:4)”.
Entonces
sería muy inteligente de nuestra parte, antes de emitir cualquier opinión, escudriñar las escrituras a la luz del Espíritu
Santo, pidiendo discernimiento y comprensión; y que en ese mismo sentido nos
ayude a instruirnos a nosotros mismos, para luego poder AYUDAR a los demás. En
2Timoteo dice: “Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para
reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de
Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra. (2Tim. 3:16).”
Recuerda,
al momento de ver a tu prójimo, antes de lanzar una opinión (crítica o constructiva), deberíamos detenernos e investigar cómo Jesucristo
trataba a las personas mientras estuvo aquí en la tierra.
Por esto sería bueno enfocarnos en lo que dice
el texto en Romanos 12:2 “Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos por
medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.
Entonces el mensaje final es que al opinar sobre algo, primeramente busquemos el reino de Dios y su justicia y luego todas las demás cosas serán
añadidas (Mateo 6:33). Todos somos seres en busca de la perfección (esto significa
asemejarnos a nuestro creador) es lo que dice la palabra; entonces hagamos lo
que nos dice Dios por medio de su palabra.
Hoy deseo para ti un día lleno de bendiciones,
gracia y abundancia; que Dios permita que en nosotros nazca un espíritu de búsqueda
de la sabiduría; busquemos de todo corazón y de seguro que lo encontraremos. Recuerda
que Dios es bueno todo el tiempo, y que todo el tiempo Dios es bueno.
Bendecido resto de día te desean tus amigos de Oloracielo.blogspot.com
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