La humildad es la virtud que consiste en el conocimiento de las
propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este
conocimiento; tristemente es confundida con sus antónimos, como por ejemplo: pobreza,
bajeza, ruindad, envilecimiento, indigencia, desamparo
Cuando vemos a una persona con menos
posibilidades que nosotros, o desamparado, cabizbajo, solemos catalogarlos como
una persona muy humilde, y qué tan lejos estamos de este concepto. La humildad
que mostro Jesucristo cuando estuvo físicamente en esta tierra, fue un carácter
afable, compasivo, amable, amoroso, que son justamente características
especiales que poseen las personas humildes.
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Características de la humildad
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Comprender la igualdad y dignidad de todos
los sujetos;
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Valorar el trabajo y el esfuerzo;
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Reconocer aunque relativizar las virtudes
propias;
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Reconocer las limitaciones propias;
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Expresarse con afabilidad;
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Actuar con modestia, sencillez y mesura;
Esta lista busca que podamos realizar
un examen introspectivo, y que busquemos dentro de nosotros algunas de estas características.
Si las encontramos entonces debemos trabajar en fortalecerlas y en utilizarlas
para nuestro trato con el prójimo.
También podemos analizar algunos sinónimos de humildad nos vendría bien, como: modestia, docilidad, recogimiento, recato, paciencia, moderación, timidez, vergüenza, suavidad, humillación, sencillez, llaneza, acatamiento, sumisión, obediencia.
La palabra mansedumbre implica la capacidad de autocontrol, de dominar la cólera cuando asalta. También se relaciona con las siguientes palabras:
Docilidad,
suavidad, dulzura, apacibilidad, afabilidad, sumisión, sometimiento, humildad,
transigencia, benignidad.
Lo
contrario a esto es la intemperancia (La intemperancia aparece cuando
alguien no tiene templanza y da rienda suelta a sus pasiones. Por lo
general, el término se asocia a la falta de frenos o inhibiciones frente a
emociones negativas o violentas.).
La
mansedumbre supone la capacidad de controlar la ira de una manera positiva.
La ira es algo muy natural del ser humano. Es una energía que brota
espontáneamente en nosotros cuando vemos algo como malo. Nos podría ayudar
a manejar el mal (bien gestionada) pero, como todas las emociones espontáneas,
se puede usar bien o mal.
En el argot popular siempre nos dicen que
debemos ser mansos, pero no mensos. No dejemos que este mundo dirija la forma
en la que nos comunicamos o nos relacionamos con los demás.
Este mundo cada día nos ofrece más y más violencia a través de todos los medios posibles y en todas las formas atractivas para captar o cautivar desde niños hasta los adultos mayores.
Hoy todo gira en torno a la conectividad, al internet, a la virtualidad; aunque esto en sí mismo puede llegar a ser de mucha utilidad, si la aplicamos para beneficio propio y colectivo. Pero la mayoría de las personas la mal utilizan, con irracionalidad, de tiempo, de contenido, etc.
Por ejemplo, llevo ya mucho tiempo escribiendo artículos, pensamientos, reflexiones, haciendo videos, intentando llevar un mensaje positivo, de aliento y esperanza para las personas (que también me aplico); pero tristemente no son temas que les interesen, o que llamen la atención, ni que motiven a compartir por ninguno de los medios disponibles. Sin embargo estoy segura que si fueran temas controvertidos, o que complazcan el morbo social, tendría muchos mensajes y respuestas en cada uno de mis mensajes.
El propósito con el que empecé lo renuevo hoy; no quiero ser parte del montón de personas que se hunden en el vacío, la incertidumbre y amargura de este mundo que convulsiona a cada minuto que avanza el reloj. Quiero ser parte de ese conglomerado de personas que dentro de todo lo negativo y malo que nos ofrece el mundo, podemos ver y estamos dispuesto a ver las cosas positivas, las oportunidades y las bondades, de la cuales podemos hacer de ellas nuestros escudos.
No dejemos que se nos escape el tiempo presente; abramos los ojos a nuestro alrededor, apaguemos por unos instantes los noticieros, y veamos que también ocurren cosas buenas a nuestro alrededor. Invirtamos tiempo en familia.
Tarareemos canticos y canciones que en sus letras inciten a la calma, la esperanza y el amor. Veamos programas que nos aporten, que nos ayuden a ser mejores ser humanos, cada día. Disfrutemos de las caminatas al aire libre e invitemos a nuestros hijos; ayudémosles a salir de tanta violencia, de tanta virtualidad, de tanta confusión; para que tengan la oportunidad de experimentar vivir la vida en el mundo real. No todo es malo.
Difundamos amor, comprensión, humildad, mansedumbre, afabilidad, sencillez, modestia, en todos y cada uno de nuestros actos. Hoy renuevo mi compromiso de ver lo hermosa que puede ser la vida, de todo lo bueno que tiene, de todo lo hermoso que es este país. Y renuevo mi compromiso de responsabilidad social ante mi familia, mis seres queridos y amistades. Sé que en algún momento, en el caminar por este mundo veré la mano de Dios obrar a favor de su pueblo.
Hoy puede ser un buen día para comenzar; hagámoslo de corazón, con humildad y mansedumbre. Recordando siempre que Dios ha prometido estar con nosotros todos los días y hasta el fin del mundo. Amen.
Bendiciones de parte de todo el equipo de oloracielo.blogspot.com
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