Hoy mientras iba de camino al trabajo, escuche
una reflexión hermosa donde decía que a los seres humanos se nos olvida, de vez
en cuando, agradecer. Hablaban de la fe, de la determinación y de la entrega de
las necesidades y problemas a Dios.
Muchas
personas acuden a otras solicitando que oren por ellos, por las situaciones y
problemas que están pasando en momentos determinados, pero pocas veces escuchas
decir "ayúdame orar"; cuando se trata de peticiones y de necesidades
personales, debemos entender que tenemos que empoderarnos de nuestras propias
vidas y asumir la responsabilidad de ejercer debidamente la fe, me explico,
Dios nos ha dado la misma oportunidad y las mismas vías de acceso a todos los
seres humanos para que nos podamos comunicar con El; podemos utilizar las
mismas herramientas, pero obviamente no tenemos la misma responsabilidad.
Dios
escucha por igual a cada uno de sus hijos; Dios no hace acepción de personas;
por lo que las mismas oportunidades que tengo yo para comunicarme con Dios la
tienes tu; Dios quiere que nosotros ejercitemos la fe, que practiquemos el
significado de la fe, que conozcamos y aceptemos que Dios es Dios y que Él
puede hacer milagro con quien quiera, donde quiera y como quiera.
Dios
tiene un milagro para cada uno de sus hijos; lo primero que tenemos que hacer
es entenderlo, aceptarlo, y conocer que Dios es Dios. Luego ejercitemos nuestra
fe, confiando, esperando y agradeciendo. La palabra dice que la Fe es la
esperanza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve (Hebreo 11:1);
también dice que los que recibieron sus milagros daban gracias y oraban dando
gracias, antes de haber recibido el milagro, y esto mis amados, es Fe.
Hoy
te invito a que ejercites tu fe, y ores dando gracias por ese milagro que has
de recibir. Recuerda que Dios es bueno todo el tiempo, Dios siempre quiere; hoy
hay olor a cielo. Bendiciones.
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