Hoy
estoy haciendo un recorrido mental por la lista de propósitos que formule al
finalizar el año 2018. Es interesante ver con cuanto entusiasmo somos capaces
de redactar una lista de propósitos bien
formulada, la cual, estamos (en ese
momento) más que convencidos que vamos a cumplir, o por lo menos estamos
más que dispuesto a hacer que suceda.
Y
resulta interesante ver como la frase que dice (un viejo adagio) “el hombre
propone y Dios dispone” se cumple en cada milésima de segundo de nuestras
vidas. Somos capaces de proponer, pero somos incapaces (muchas veces) de hacer…
comenzamos la dieta y la paramos porque nos cansamos, o porque hemos rebajado demasiado,
o porque el presupuesto no nos alcanza, o porque nos enfermamos y necesitamos más
vitaminas, etc, etc, etc…
Comenzamos
a ahorrar porque necesitamos comprar un vehículo o cambiar el que tenemos, pero
al final no pudimos comprar el que queríamos, quizás porque se presentó otra
oportunidad, o porque la inflación nos jugó mal, o porque los intereses del
Banco bajaron (para nuestros ahorros) o subieron (para los financiamientos), o
por lo que quieras (hay tantas excusas)… tal vez nos propusimos tener
relaciones más sanas de amistades, de familia, amorosas (la que quieras) y
simplemente hoy hay personas que no están a nuestro lado, por nosotros mismos,
por nuestra forma de pensar, de actuar, de hablar, que se yo…
Pero
también es interesante ver como aquellas cosas que no eran prioridad, la hemos
realizado, a veces hasta inconscientemente. Si, inconscientemente, hemos
alcanzado lo que en nuestro subconsciente queríamos alcanzar, ¿recuerdas la
frase que dice “querer es poder”?, pues es así, querer, definitivamente es
poder. Debe haber en nosotros el querer como el hacer….
Como dice la biblia; Es básico identificar en qué hemos centrado nuestras fuerzas,
nuestros deseos, nuestros pensamientos positivos?; ha valido la pena?, he logrado
lo que me propuse?, a qué estoy dispuesto a fin de realizar o alcanzar mi
proyecto?, qué me hace falta para poder alcanzarlo?, qué hare con eso cuando lo
alcance?, a quién ayudo o a quién dañaría, al alcanzar mi meta?, después de esa
meta, cuál sería la siguiente?, que tiempo le emplearía a lograrlo?.... todas
esas preguntas entre muchas otras más, debemos de formularnos antes de redactar
la lista de propósitos para este año 2020.
No
olvides que no vivimos solos y que en algún momento de nuestro trayecto por el nuevo
año, necesitaremos de personas, incluso hasta de animales y cosas; Vivir en paz
contigo mismo y con el prójimo debería ser nuestro primer propósito. Pero como
cada cual es diferente y tiene gustos y prioridades diferentes, hoy solo te
invito a que reflexiones en esto, y que cualquiera que sea tu lista, al
terminar el año próximo, puedas decir, gracias Dios, lo planifique y lo logre
porque tú me lo permitiste y me ayudaste.
No
dejes que este año termine son meditar en tu lista del año 2018 y úsala como
una herramienta útil y necesaria para la realización de tu próxima lista. Y que
durante tu andar en el año venidero, puedas experimentar la paz y la compañía de
nuestro Padre Celestial.
Te
deseo un feliz fin de año 2019 y un venturoso y armonioso año 2020, lleno de
metas y propósitos que te hagan ser, sobre todo, un mejor ser humano.
Dios
te bendiga.
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