En
los últimos tiempos, la ola de violencia que vemos y escuchamos a través de los
medios de comunicación, es terrible; Ver cómo los padres matan a los hijos, los
hijos matan a los padres, los hombres se creen dueños de las mujeres; las
mujeres se creen invencibles; los adolescentes no tienen miedo a nada; los
niños no conocen la palabra respeto (no saben matemáticas ni literatura, pero
se saben perfectamente las canciones que denigran la raza humana en todo su
engranaje).
Y
viendo todo esto, todos los días, a todas horas, no nos extraña el nivel tan
alto de estrés, depresión, desesperación, angustia, temor y dolor, que tenemos
que enfrentar en nuestra sociedad.
Recientemente
escuchaba una noticia (porque aunque no quieras te enteras), que relataba el
hecho de la muerte de un joven por manos de su progenitor, de otro niño a manos
de su progenitor también, otra joven que se suicidó porque su pareja le decía que
chateaba mucho, y etc., etc., etc…
Yo
me pregunto ¿hay alguna esperanza para el hombre de este tiempo?, ¿Cuáles son
las probabilidades de que podamos ver una sociedad mejor? ¿Cómo podremos
contribuir con el buen desarrollo social, económico, político, religioso? ¿Qué
hacer, cómo hacerlo y para qué hacerlo?
Déjame
tu comentario, mientras tanto, hoy quiero aferrarme a la promesa que hay en el
libro de Isaías 65:17-25
Cielos nuevos y
tierra nueva
Porque he aquí que yo crearé
nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más
vendrá al pensamiento.
Mas os gozaréis y os
alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque he aquí que yo traigo
a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo.
Y me alegraré con Jerusalén, y
me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de
clamor.
No habrá más allí niño que
muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de
cien años, y el pecador de cien años será maldito.
Edificarán casas, y morarán en
ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas.
No edificarán para que otro
habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles
serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos.
No trabajarán en vano, ni
darán a luz para maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus
descendientes con ellos.
Y antes que clamen, responderé
yo; mientras aún hablan, yo habré oído.
El lobo y el cordero serán
apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el
alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte,
dijo Jehová.
Jehová te bendiga y te guarde, y te
regale un feliz martes.
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