¿Sientes dolor, tristeza, rencor?

Hebreos 12:15

15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;

“El espíritu rencoroso es como una raíz que se ramifica en todas las direcciones, que afecta cada aspecto de nuestra vida. Cortar las hojas para reprimir el dolor y el resentimiento no es una solución a largo plazo, porque, al igual que la mala hierba, la amargura puede seguir creciendo y reproduciéndose mientras las raíces sigan estando allí.”

Esto lo leí en una meditación esta mañana, y reflexionando en el asunto, les puedo asegurar que es totalmente cierto.

Cada célula de nuestro cuerpo puede llegar a enfermar por causa del rencor, resentimiento, dolor, amargura, o como le quieras llamar. Nuestro Señor Jesucristo dijo en su palabra que ejemplo nos había dejado para que como El hizo, nosotros también hagamos (Juan 13:15). ¿Y cuál es el ejemplo de Jesús en las escrituras, mientras ejerció su ministerio?. A lo largo del estudio y la meditación de su palabra, lo que siempre encontraremos son muestras de actos de bondad, de amor, de humildad, de respeto, que creo firmemente que todo ser humano debería tomar en cuenta a la hora de actuar, hablar, o incuso pensar.

Hoy en día, al encender la radio o la tv, lo que más encontramos son noticias, películas, reportajes, entrevistas, etc., de cosas que ciertamente incitan a más violencia. Ya nadie se preocupa por dar al público algo que resulte beneficioso para todos, o mucho menos que muestre que Cristo ha trabajado en nuestras vidas. Es increíble ver como todo lo malo vende más que lo bueno.

Pero, te tengo buenas noticias!, a pesar de todo lo antes mencionado, Dios sigue estando con su pueblo, sigue proveyendo bendiciones tal como lo dice su palabra. En cada hoja de la biblia encontrarás esperanza, Dios ha sido fiel, te ha regalado un día nuevo hoy para que medites en él y para que los rastros de amargura, dolor, etc., queden fuera de ti, así abrirás espacio para recibir las bendiciones que Dios tiene listas para darte. Recíbelas en el nombre de Jesús.

Recuerda que perdonar (como dijo alguien en un libro que leí), es recordar sin dolor!.