Espiritualmente:
La consagración es una
actitud que busca agradar al Señor. Está de acuerdo con las enseñanzas de
Cristo, y fluye del conocimiento de la verdad como está revelada en la Biblia.
Por tanto, debemos saber lo que Dios ha dicho, lo que desea, y lo que espera de
nosotros en relación a nuestro carácter y conducta.
La disciplina espiritual
requiere que hagamos de la lectura, el estudio y la meditación en las Sagradas
Escrituras una prioridad. Significa negarnos a satisfacer los deseos e impulsos
pecaminosos, en obediencia al Señor. El resultado será una vida transformada a
semejanza de Cristo, una conciencia limpia y un espíritu gozoso y pacífico.
Humanamente:
La consagración es el ofrecimiento
o dedicación de una persona, un lugar o una cosa a una entidad sagrada,
mediante el rito adecuado.
La disciplina es un conjunto
de reglas de comportamiento para mantener el orden y la subordinación entre los
miembros de un cuerpo o una colectividad en una profesión o en una determinada
colectividad.
En conclusión estas
definiciones van de la mano, tanto para la vida personal o espiritual de cada
persona. Es una satisfacción el saber que las promesas de Dios están vigentes
para nuestros días al igual que lo estuvieron en los tiempos de los antiguos
escritores. Gracias a Dios, todavía existe esperanza para los fieles.
Cristo está con nosotros
como poderoso gigante. Ven a los brazos amorosos de nuestro señor y disfruta de
las bendiciones de su protección.
Feliz y bendecid
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