Cuando enfrentamos situaciones difíciles es natural acudir a familiares y amigos en busca de ayuda. A veces, sus palabras amables y alentadoras pueden ser el catalizador que nos dirija al Señor. Sin embargo, siempre debemos examinar los consejos que recibimos. Aunque el consejo esté motivado por el amor y parezca bueno, si no coincide con la Palabra de Dios, debemos ignorarlo con gentileza.
viernes, 7 de septiembre de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¿Cómo puedo llegar a ser verdadero discípulo de Cristo?
Comencemos definiendo la palabra Discípulo , según la Real Academia Española esto significa: Persona que aprende una doctrina, ci...
-
Hoy es un buen día para agradecer. Cada vez que tienes un problema o alguna duda en tu vida, y muchas veces, luego de agotar todos tus...
-
En las últimas semanas he estado leyendo un libro titulado "Jardines del alma", escrito por Debbonnaire Kovacs; este libro es un...
No hay comentarios:
Publicar un comentario