martes, 19 de noviembre de 2024

Jehová es mi luz y mi salvación.

 


Una vez escuche a alguien decir la frase “he caído en lo más profundo del abismo, y no sé cómo levantarme…”, en ese momento no entendía por lo que esa persona estaba pasando, pero quería mostrarle la luz que yo veía a través de la Biblia y de las oraciones.

No fue sino, hasta que yo misma caí en lo más profundo del “abismo” donde no podía ver la Puerta de salida a mis situaciones, ni esa luz que siempre escuché que estaba al final del camino; es en esos momentos donde más necesitamos de la comunión con Cristo, del estudio de su palabra y de la oración constante, pero es También allí donde el enemigo le gusta que estemos para que no tengamos esa comunión con Nuestro creador, y para que nos sintamos solos y tristes. De esa experiencia pude aprender a como mostrar el amor de Cristo a los que se encuentran en situaciones similares; Dios nos permite pasar por procesos para que podamos ayudar (desde la experiencia) a otras almas, que necesitan de Dios.

En el Salmos 27:3 dice “Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante Guerra, yo estaré confiado”, esta frase que escribe el salmista, lo hace quizás en una de las tantas horas de oscuridad por las cuales paso; Los hijos de Dios no estamos exentos de padecer sentimientos de abandono, de tristeza, de dolor, de necesidad, pero cuando nos aferramos en las promesas que Dios tiene para sus fieles, entonces encontramos la forma de salir del abismo, Podemos ver esa luz al final del camino y Dios nos da la fuerza para que nos levantemos y continuemos.

La relación con Nuestro Dios no es solo para los momentos de abundancia y contentamiento, es una relación permanente que incluye esos días grises, donde no podemos ver (incluso) la mano de Dios sobre nosotros.

Hoy te invito a que repitas esta frase “Jehová es mi luz y mi salvación” durante todo el día, y que invites al Espíritu Santo a que te fortalezca para continuar la batalla de la fe; no permitas que las circunstancias adversas de esta vida te quiten el gozo de la Esperanza de estar un día en la casa de Jehová por la eternidad.

Dios te bendiga y te guarde, te acompañe y te fortalezca, hoy y todos los días de tu vida; cuéntale a Cristo por medio de la oración, cuanto lo necesitas y cuanto te gustaría escuchar su voz. Recuerda que Dios es bueno todo el tiempo, y que hay Oloracielo.

Oración del día: Dios de amor y de misericordia, no permita que nos quedemos en la oscuridad de las situaciones de este mundo, no nos permita mantenernos en la tristeza, ni sentirnos lejos de tu presencia, ayúdanos a ejercitar nuestra fe cada día y a decir como escribió el Salmista “Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón”; hemos decidido creerte a ti oh Dios, acompáñanos, bendícenos y protégenos, en el nombre poderoso de Cristo Jesús. Amen.