domingo, 21 de agosto de 2022

La inacción.

 



Se llama inacción a la ausencia de acción. La inacción, por lo tanto, se asocia a la quietud, la pasividad o la inactividad.

La inacción de los seres humanos en ciertos aspectos de la vida, provoca que no podamos percibir, recibir ni disfrutar de todas las cosas que ya Dios tiene preparado para nosotros. Nunca antes ha sido más necesario alimentar nuestra fe y fortalecer nuestras esperanzas, con respecto a los elementos o situaciones que nos rodean.

Cada vez que hablamos, o accionamos, somos capaces de cambiar trayectorias, al igual que cuando no lo hacemos. EL solo hecho de dejar de hacer nos convierte en cómplice de cosas malas que acontezcan a nuestro alrededor.

La falta de acción, puede provocar que situaciones de diversas naturalezas se salgan de control y que provoquen incluso, pérdida de vidas; cada vez que abrimos nuestras bocas para hablar u opinar sobre un tema es igual a cuando hacemos o dejamos de hacer algo. Es mejor estar apercibido y listo para la acción, en lugar de que seamos acusados de complicidad, cuando ni siquiera hemos movido un centímetro de nuestro cuerpo para algo.

Seremos los responsables del cambio favorable o no de nuestro entorno, de nuestra economía, de nuestra sociedad; aunque no estemos ocupando posiciones de relevancia dentro de los estándares gubernamentales, seremos los responsables de permitir o no que el futuro de nuestro país cambie para bien o para mal.

Estoy segura que al igual que yo, te gustaría que todo cambiara para bien, que los vientos soplen a favor de nuestra hermosa Republica Dominicana y que podamos volver a tener un país donde se pueda caminar libremente por las calles de nuestras ciudades, en donde la gente cante y sonría, con esa alegría que siempre ha caracterizado a los dominicanos.

Dios siempre ha estado al control de todo lo que ocurre aquí, lo creas o no; Dios ha permitido que nos levantemos cada vez que hemos sido golpeados, incluso por la misma naturaleza. Da un pequeño repaso por nuestra historia, y veras que somos un pueblo muy amado por Dios.

Levántate hoy, con la convicción y la certeza de que con tus acciones puedes ayudar a construir un mañana mejor para nuestra nación; levántate con la fe de que Dios está ahí para acompañarte, dirigirte y bendecirte. ¡Vamos levántate, deja de quejarte y comienza a actuar!, Dios te está esperando para bendecirte. Feliz día te desean tus amigos de oloracielo.blogspot.com

 

 


viernes, 5 de agosto de 2022

¡Arranca!




¿Qué es mejor, dar o pedir?

 


En este mundo, que se ha vuelto tan frío e insípido, por causa de la maldad de los hombres (incluye hombres y mujeres); existen personas que todavía tienen en su corazón el deseo y el propósito de dar a los demás; de compartir lo que tienen con aquellos que tienen menos o que están en necesidad.

Pero, en esa misma medida existen personas que se han sentado en un sofá frente a la vida, a esperar que les den; se han acostumbrado a recibir de todos, para resolver sus necesidades; estas mismas personas, cuando se ven apurados (y más en estos tiempos en que la necesidad toca las puertas de todo el mundo), han optado por pedir. Piden y piden, y cuando no reciben algo, llegan a la desesperación.

No han aprendido a hacer otra cosa que esperar y pedir; no son capaces de generar ideas innovadoras, que les puedan ayudar a emprender y salir de esa zona de confort, con la finalidad de alcanzar sus metas y sueños.

Incluso conozco personas que no tienen metas ni sueños; realmente no se ¿cómo viven?... al ver esto me lleno de preocupación, ya que esto se está extendiendo a los espacios y vidas de nuestros jóvenes. Ellos se sumergen en un mundo totalmente virtual, donde son capaces de hacer cosas (no productivas) y hasta llegan a cansarse, sin ni siquiera pararse de una cama o un sofá.

La inactividad física está convirtiendo a nuestra juventud en robots, con pocas expectativas de vida y salud. Esto se traduce en los altos niveles de enfermedades físicas y mentales que arropan a estas personas. No solo se aíslan de un mundo real, hermoso, lleno de cosas por hacer, para vivir detrás de una pantalla, con amigos, casas, mascotas e incluso enemigos imaginarios.

Es triste ver este escenario, y también ver como nuestro planeta muere lentamente, entre la ambición de los poderosos y la inacción de otro grupo de habitantes que dejan escapar años de vigor y fuerza física, para regalarlo a un espacio virtual que no le retribuirá absolutamente nada beneficioso para sus propias vidas.

Mas preocupante aun, es ver que no tenemos otras opciones, ya que se vuelve mas poco probable que nuestros niños y jóvenes vuelvan a jugar en las calles, sintiéndose libres y seguros; también, la falta espacios físicos para la recreación y cultura; la expulsión de nuestros centros educativos de los manuales de civismo y moral, que orientaban e iluminaban los caminos de nuestros niños y adolescentes.

Nadie piensa en realizar actividades deportivas, ni de crear espacio para clubes culturales, por la inseguridad que se vive cada día en nuestro país; por el temor de caer en el tema de la violación de espacios y creencias; por temor a ser diferentes a la mayoría.

Estos temores nublan nuestras mentes e intelectos y nos vuelven cada vez mas egoístas, mas fríos, mas insípido… Es por eso que, a través de estos escritos, busco la forma de hacer un llamado de atención, con la finalidad de poder ayudar a concientizar sobre estos temas.

Sin duda, todas estas cosas tienen un propósito último, que es olvidarnos de nuestro Dios; mientras mas alejados estemos de Dios, más vacíos y tristes no sentiremos; esto provocara un caos existencial, y el enemigo de las almas arrebatara el poco aliento de vida que nos quede.

Hoy te invito a renovar la lista de tus metas, a revisar tus propósitos y sueños, y a que trabajes fervorosamente por ellos. Mientras haces esto, recuerda que Dios ha prometido estar siempre con los que le buscan de corazón. Recuerda dar a los demás y pedir siempre a Dios. 

Dios te bendiga, feliz día. Tus amigos de oloracielo.blogspot.com

 

De la desorganización a la organización.

  A veces, cuando tenemos mucho estrés, provocado por las muchas horas de trabajo, las pocas horas que dedicamos a dormir, por los compromis...