jueves, 31 de marzo de 2022

Templanza.

 




Templanza, podemos definirlas con estos términos:

Moderación, sobriedad, continencia, serenidad y autocontrol.

Diariamente nos ocurren situaciones de las cuales, en ocasiones quisiéramos escapar, desaparecer, o simplemente deseamos que no hubiesen ocurrido nunca en verdad.

Pero lamento decirte que esos momentos son necesarios para nuestras vidas. Luego de un fracaso, aprendemos nuevas técnicas para evitar repetir los errores cometidos, y de alguna manera no volver a tener resultados no deseados, en algunas cosas que hayamos hecho.

En ese mismo sentido, cuando nos desalentamos espiritualmente, porque sentimos que Dios nos ha abandonado, o simplemente ya no nos escucha, no sentimos su amor, cuidado y protección; sino que sentimos como si nos estuviera reprendiendo por lo malo que hemos hecho durante toda nuestra vida; es en ese momento cuando más necesitamos practicar la templanza.

Este atributo no es tan difícil de modelar en nuestras vidas; de hecho, Dios a través de Jesucristo nos mostró el ejemplo más hermoso y practico que podemos imitar. Jesucristo, a pesar de todo el desprecio que recibió de parte de sus allegados, a pesar de haber sufrido tanto dolor a causa de su forma de pensar, actuar, hablar, incluso de tratar con las personas que a la vista de muchos no debió Jesús nunca acercarse a ellos.

Pero como Dios es Dios, y por amor envió a Jesucristo, a mostrarnos el gran amor del Padre, a mostrarnos que, si se puede vivir una vida en santidad, a mostrarnos que el perdón es real y que se puede otorgar de muchas formas, muchas veces y a muchas personas; es por eso que hoy quiero que meditemos en la templanza.

Con ella aprenderemos a ver las cosas de otra manera, aprenderemos a encontrar soluciones diferente a situaciones iguales o similares; también aprenderemos a que, si podemos ser cada día, mejores seres humanos.

A pesar de recibir (al igual que lo hizo Jesucristo) toda clase de oposición, maltrato y acusaciones), es importante conocer, estudiar, analizar y practicar la templanza en nuestras vidas (como también Él la practico).

Te aseguro que los resultados de esta práctica serán de gran beneficio para ti, y también para las personas que te rodean; no te desanimes, sigue siempre mirando hacia delante; animo, que Dios está a nuestro favor.

Recuerda que hay Oloracielo, bendiciones.

 


lunes, 21 de marzo de 2022

Tienes que ser valiente!

 


En la mañana de hoy, de camino a mi trabajo, escuchaba un programa donde una y otra vez el Pastor repetía, "tienes que ser valiente" y hacía mención de las palabras dichas por Dios en la Biblia a Josué: "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas". (Josué 1:9); en estas palabras, durante el viaje, medite por unos instantes y reflexione lo siguiente:

Tienes que ser valiente para poder decir no a las ofertas de este mundo, cuyo propósito es separarte de Dios.

Tienes que ser valiente para decir no, a las propuestas de desanimo que te hace el mundo a diario.

Tienes que ser valiente para decir no, a realizar las cosas mal, porque los demás lo hacen mal.

Tienes que ser valiente para decir no, a burlarte de tu prójimo, solo porque no es igual que tú.

Tienes que ser valiente para decir no, a creerte más y mejor que tu prójimo, quizás no tuvo las mimas oportunidades que tú.

Tienes que ser valiente para decir no, al cansancio y la inacción que provoca la dejadez.

Tienes que ser valiente para decir no, al maltrato animal.

Tienes que ser valiente para decir no, a la soberbia, a la envidia, a la lujuria.

Y así puedo decir tantas oraciones haciendo referencia a cosas a las cuales tenemos que decir no, a diario y para las cuales se requiere mucha valentía.

Cada día, debemos levantarnos con la convicción de querer hacer las cosas bien. De querer esforzarnos, pero, sobre todo, debemos levantarnos con la coraza del Espíritu Santo, con la valentía y la confianza de saber que Dios está con nosotros como poderoso gigante, y no apartara de nosotros su diestra.

Hoy te invito a que seas valiente, a que te esfuerces y a que digas no a todo lo que te resta, a todo lo que te impide avanzar, a todo lo que te aparte de la presencia de Dios. 

Recuerda que hoy hay Oloracielo. Dios te bendiga.

 




viernes, 18 de marzo de 2022

Sé como la luna.

 




Hoy de camino a mi trabajo, me toco deleitarme con la imagen de la luna en contraste con las primeras horas de la mañana, donde va saliendo el sol, y donde el resplandor el sol no permite que puedas ver otra luz en el cielo que no sea el de él. Seguido de esto vi también nueves alrededor de la luna, vi como subían e iban arropándola, impidiendo que yo pudiera verla ya más.

Minutos después, vi como el resplandor del sol eran tan potente, que incluso no me dejaba ver lo que tenía delante de mí mientras iba manejando; para contrarrestar esto, me tuve que colocar unas gafas para sol, y así poder continuar mi camino sin mayores inconvenientes.

Mientras todo esto sucedía, pensé en la similitud que tienen estos hechos con las cosas que vivimos a diario y que nos golpean tan fuertemente; ¿acaso te ha pasado que por más que intentes hacer las cosas bien, siempre hay alguien que quiere minimizar tu esfuerzo y tus logros, que quiere brillar tanto que termina opacando tu propia luz?; si, a mí también me ha sucedido; lo más doloroso de todo es cuando estas acciones provienen de personas que amas; quizás pueda yo pensar, que lo hacen con intensión aparente, pero también puedo pensar que sí.

Sin embargo, pude reflexionar y llegar a la conclusión de que, debo continuar siendo como la luna, ella sabe esconderse detrás de las nubes y permitir que podamos ver las nubes; sabe esconderse detrás del sol, y permitir que se vea el sol en todo su esplendor; puede esconderse detrás de la lluvia, y permitirnos que podamos apreciar la lluvia; pero sobre todo ella (la luna) sabe cada noche como volver a salir y brillar.

Ella (la luna) tiene distintas etapas o siclos, parecidos a nosotros; cada siclo tiene su encanto, cada uno de ellos representa la majestuosidad de la luna, que a pesar de no tener luz propia sabe brillar esplendorosamente, que permite ser apreciada por todos. Ella sabe reflejar perfectamente la luz del sol, sin tener que opacarlo.

Es por esto que hoy te invito a ser como la luna; deja que esas personas centren sus energías en querer opacarte, lo único que tienes que hacer es volver a salir y permitirte brillar con más intensidad; porque de lo que más alardean los demás es de lo que menos tienen. Así que utiliza todo eso para aprender a brilla.

Recuerda lo que dice la palabra de Dios en Josué 1:9

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

Recuerda que Dios es bueno todo el tiempo; Dios te bendiga. Esfuérzate porque hay oloracielo

 


De la desorganización a la organización.

  A veces, cuando tenemos mucho estrés, provocado por las muchas horas de trabajo, las pocas horas que dedicamos a dormir, por los compromis...