Un principio de la termodinámica reza de la siguiente
manera: "Si el orden no se mantiene, el sistema tiende al máximo
desorden".
Muchas veces decidimos
poner orden en nuestras vidas cuando precisamente nos sentimos tan agobiados
que pensamos que no podemos seguir adelante. Esto sucede cuando nos damos
cuenta de que hemos acumulado tantas cosas en nuestras vidas sin haber sido
capaces de poner orden al momento de llegar a nosotros los problemas o
situaciones que diariamente debemos solucionar.
Es ahí cuando
llega la desesperación, la impotencia, el desánimo; Dios nos pide a través de
su palabra que nos abandonemos en sus brazos de amor, que aprendamos a depender
de él; esto sólo lo lograremos cuando depositemos nuestra confianza en Dios,
cuando seamos capaces de derramar nuestras vidas completa a él.
Démosle la
oportunidad a Dios de que dirija nuestras vidas, de que organice lo que haga
falta organizar en nuestras vidas; de esta manera lograremos poder organizar
todo lo que haga falta y podremos ser felices el resto de nuestras vidas.
El Señor nos dice en su palabra: “Ama al Señor tu Dios con todo tu
corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” Mat.
12:30; esto es justamente lo que te invito a hacer en este día. Ama, perdona y
vive al máximo.