La crisis Trasciende en los hogares, en las familias, se evidencia con los divorcios, con las familias disfuncionales, con la rebelión de los hijos, con la infidelidad y con otros muchos más problemas, con los cuales tenemos que lidiar a diario.
Es
por esto que nuestra confianza debe estar puesta en el señor, sin dudar;
debemos demostrar nuestra fe de la manera más fantástica y autentica que pueda
existir, creyéndole a Él.
Creerle
a Dios no es lo mismo que creer en Dios; todos creemos en Dios, pero no todos
le creemos a Dios. Es fácil decir que hay un Dios, pero es difícil dejar que
ese Dios sea Dios, que actúe por nosotros, que nos dirija, que nos cuide, que
nos sostenga...
Pero lo que no es fácil es vivir sin Dios. No deberíamos ni siquiera pensar estar lejos de su presencia. Deberíamos de mente y corazón estar cada día más cerca de Él; aférrate a Dios cual hombre desesperado intentando salir del mar profundo y que no sabe nadar. Créele a Dios, confía en El y El hará. Por esto los efectos de la crisis en las manos de Dios serán positivos. Como dice en Filipenses 4:8
" Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad".
Bendecido día. Recuerda que no hay crisis que Él no pueda vencer, deja que pelee por ti
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